Mi hermana me llama el viernes para decirme que el presidente va anunciar otro aumento y que sería bueno que comprara algunos productos de las cesta básicas al mayor para sobrellevar el golpe cuando anuncie el aumento. Y yo como estoy resignada, que ya no me importa si hay o no aumento porque sino me vuelvo loca, me quedé tranquila, pues, yo estoy viviendo al día, a lo que venga, sea lo que Dios quiera, porque pararía al manicomio si comienzo a preocuparme de lo que es o lo que será en el país. Y ya mucho tengo mucho con la delincuencia y la suciedad de las calles.
Y todos los venezolanos sabemos que cuando hay aumento, los productos y todo lo que tenga que ver con la economía del país también aumenta y hasta el doble, es decir, es un arma de doble filo ", de nada vale el aumento", al contrario, se aprovechan de tal situación para que la inflación se siga disparando.
Antes de ayer me vuelve a llamar mi hermana para decirme "noohombre vale, que vaina tan arrecha, lo que pude comprar fue cinco paquetes de arroz que me costó treinta mil bolívares, la harina de pan no la pude comprar porque estaba en veintiocho y el espagueti ni hablar y solo compré tres, no compré un carrizo nada".
O sea, aún sin el aumento no se pudo comprar nada, imagínense, en este momento con el aumento de salario cómo se disparará los productos y ahora que cien mil bolívares valdrá los cien de ahora, y éstos cien de ahora valdrá diez bolívares de antes.
Anoche encendí la televisión y lo primero que veo es al presidente y no me quedó de otra que pagarlo. Así hacemos la mayoría. ¡Nada bueno anuncia!
Escribe Hogareña
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