Con el tiempo, te das cuenta de que si estás al lado de una persona para acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo, te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquiera cantidad de dinero.
Con el tiempo, entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se ve rodeado de falsas amistades.
Con el tiempo, aprendes que disculpar, cualquiera lo hace, mientras que perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo, aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo, aunque seas feliz con los que están a tu lado, añoras terriblemente a los que se han marchado.
Con el tiempo, aprendes que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, que extrañas, que necesitas, ya no tiene ningún sentido ante una tumba.
Tomado: La Culpa es de la Vaca
Escribe Hogareña
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