"Letras con Arte"
ENTRAÑABLE
TREN DE MI INFANCIA
Allí viene el tren cargado
de hierro, suena su bocina desde lejos y las piedras brillan como el diamante.
Salimos corriendo a contar los vagones, uno, dos, tres y perdimos la cuenta una
vez más, es muy veloz, por lo que nos quedamos mirándolo hasta perderse de
vista. Con los libros en las manos brincamos de un lado a otro los rieles aún
tibios. Algunas veces, conseguimos un lápiz o una moneda, más allá está el
ranchito de don César, un hombre solitario que gruñe para que nos vayamos a
casa.
Entre las enredaderas y
matorrales cruzamos el riachuelo para que don César no nos delate, llegamos a
los arenales llenos de palmeras y que solo Mario puede montar el alto tallo
cargado de cocos grandes, nos tira los cocos y al abrirle un huequito por la
punta del fruto tomamos el agua, pero Janny raspa la dulce lonja hasta
atestarlo. Después llegamos a casa de puntillas, deseando que mamá no nos
reprenda pero la mugre de la ropa nos descubre de inmediato. Y no puedo
escuchar las habladurías de mi madre, es el ruido del tren que resuena en mis
oídos para volver ser feliz.
DAILET
M. BUTTO R.
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