LA FAMILIA
El rocío del amanecer había
sorprendido el horizonte del saliente sol. Se escucha los cubiertos y las tazas
rozarse con el jarrón de porcelana. En la cabecera de la mesa se encontraba don
Pedro y junto a ella la señora Yuli, quien era su esposa desde hace más de veinticinco
años. Al otro lado se encontraba la niña Khisbel que es la jovencita mayor de
la familia dedicada a la danza y al teatro pero que sus padres nunca están de
acuerdo a su dedición porque lo que más quiera es que ella se dedicara a los negocios de su padre, Luego viene Eduardo
que estudia administración de empresa, siendo él el orgullo de su padre pero
que en realidad no entra a clases y se mantiene fiestas en fiestas y la pequeña
Sara que cada día busca la aprobación de su padre pero que nunca este le acepta
por ser tan pequeña. Ni le pone atención sin darse cuenta que ella es muy
inteligente y resuelve problemas fácilmente.
Lili y Khisbel también eran
buenas amigas, pero la ocupación de Khisbel en su obsesión de la danza hicieron
que se alejara. Mientras el amor que sentía Fernando por Sara era un secreto
que solo Fernando se guardaba en su corazón. Quizás por la timidez de Sara o
que todavía era muy niña para él y esperaba que cumpliera los 18 años para
declararse. Pero por ahora solo quería cuidarla, aunque sea de lejos.
-La familia reunida esta mañana,
eso es bueno Yuli, al fin me hiciste caso - decía Pablo
Mientras Yuli miraba con
desprecio a Pablo porque sabía de su romance con su secretaria para luego responder:
- -Si pasara más tiempo en casa te darías cuenta
que les hace falta a tus hijos, eres tu quien te alejas de la familia
- - Hago lo que tengo que hacer, me parto el lomo
por cada uno de ustedes, cada día salgo para ganar el dinero que ustedes se
gastan sin ningún esfuerzo.
Sara se queda mirando a su padre
para luego decirle:
- -Padre en mis tiempos libres podría ayudarte
- -No tienes nada que ayudar Sara, usted es muy
pequeña… dedícate a los estudios que eso es lo que tiene que hacer…
Pablo se queda mirando a Eduardo
para luego agregar:
- -El que me debe ayudar eres tu Eduardo… ya casi
te gradúas y te necesito en el trabajo
Eduardo dejó el cubierto en la
mesa para decir:
- - Padre estoy en los últimos exámenes y necesito
concentrarme en los estudios, ya verás que el próximo semestre si te ayudo.
- -Así me tienes diciendo desde hace un año, no sé
qué voy hacer contigo
- -Es falta de Fe padre, ya verás que pronto estaré
contigo al frente de la empresa.
SOLO
TU
Era tiempo de
marchar esa misma mañana. Neron había amanecido en ese viejo hotel del pueblo.
Ni la oportunidad tuvo en tocar los labios de Johanna. Ella no lo había
permitido.
Era cuestión
muy personal. Nadie tocaría sus labios a menos que sea una persona digna de su
corazón. Y aún que había sentido ese palpito por Neron jamás permitiría ser
tocados a menos que sea de amor verdadero.
Ya se preparaba
para marcharse cuando Johanna lo esperaba en recepción. Había sido una cena en
conocerse un poco. Johanna supo que tenía una única hermana y que ella tenía un
hermano y su padre. Que desde hace tres años trabajaba en la casa de cita y que
había hecho un pacto con Brenda que solo bailaría. Brenda y el padre de Johanna
tenían un romance y más que romance era la amistad que los unían. El padre de
Johanna llamado Erick había crecido con Brenda en el mismo barrio y muchas
veces Erick había salvado a Brenda de hombres que alguna vez tuvieron mal intención
con ella. Aunque Brenda nunca vio a Erick como hombre sino como amigos pues
tuvo que aceptar tal situación. Solo por esa defensa de Erick hacia ella, jamás
aceptaría que nadie tocara a Johanna que bailaba para ayudar a su familia.
Su hermano el
negro cosita rica, como el mismo se llama se dedica a enamorar a las chicas del
barrio y más que eso al tráfico de algunas drogas no legales.
Esa mañana
cuando se despedía en la recepción Neron le decía a Johanna:
- - Nos volveremos a ver
Ella lo miró
con extrañeza:
- -Dejémoslo al destino
- -Quisiera verte otra vez. Aunque sea una vez más.
- -Nos veremos si el destino lo permite.
Neron
tímidamente abrazó a Johanna. Quedaron abrazos por largo rato. No quería separarse.
Al contrario, Johanna se había arrepentido de no haber pasado la noche con él,
se arrepintió de ser tan esquiva, se arrepintió de no haber amanecido en aquel
café hablando con él. Sus brazos le daban confianza, se sentía en un mundo
único. Mientras Neron en sus recuerdos dibujaba a Dianis entre sus brazos otra
vez. No la perdería de nuevo. Esta segunda oportunidad no la dejaría escapar.
ELLA DESPIERTA
Lili se
revolcaba en su cama, sintiéndose humillada y más que humillada se sentía con
tanta importancia de no poder hacer nada. Primero perdió a sus padres y luego su
hermano la trata como a una niña. La tenía encerrada y era justo era lo que
exclamaba a cada rato.
Muchas veces
planificó en marcharse a escondida, pero en realidad no tenía a donde ir y más eso
no podría subsistir en ese mundo tan grande que había allá afuera.
Se levantó de
la cama y se dirigió a su peinadora, tomó su cepillo y lo pasaba por su cabeza
desde la raíz del cabello de su cabeza hasta la punta. Una y otra vez, mientras
se miraba al espejo, no dejaba de pensar en sus padres, en la empresa, en su
hermano, en los sermones de Sofía y el rechazo de Fernando. Solo le quedaba una
opción de deshacerse de su hermano y era conseguir un puesto de trabajo en la textilería.
Y no era por trabajar que era lo menos que pensaba sino en tener un poco de
libertad. Además, sabía que Jorge estaba loquito de amor por ella y ese era la
conexión para entrar segura a la empresa. Pues ya tenía días manipulando a Jorge
para tenerlo de su parte.