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martes, 26 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: ENTREVISTA II

LUÍS ROMERO
Una escala o visita a casa y aproveché realizar ésta entrevista cara a cara.
−Ésta es una grata sorpresa tenerte aquí. No tenía pensado en entrevistarte pero llegaste como siempre, sin hacer mucha bulla ni escándalo. Además que aprovecho hacerte algunas preguntas, me gustaría que mis lectores conozca a este bohemio soñador con algo mediterráneo pero a lo llanero bien venezolano de pura cepa.
Luís: jejejeje… ni tanto vale, pero si tu lo dice no me quejo. ¡Ah! “Feliz Aniversario”, de verdad que te felicito, yo no sé como tú lo hace, pero lo está haciendo bien.

−Ni siquiera sé por dónde empezar porque andas de aquí para allá, en esto y en lo otro. Y cuando todos pensamos que está haciendo algo resulta que ya tienes otro proyecto. Desde que te conocí eres así impredecible.
Luís: Claro, sí te entiendo,  pues, hay que trabajar y por supuesto buscar el dinerito porque no te llega a las manos así de fácil. Y si no sirve algo hay que trabajar en otra cosa, ya tu vez, soy T.S.U en Agropecuria y debería trabajar en una finca que es mi pasión, el llano, los ganados y el caballo pero no se me ha dado, aún cuando no pierdo las esperanzas de trabajar en lo que quiero.
He trabajado desde vendedor de queso, carne, perro calentero, chofer y todo a lo que veo oportunidad ahora estoy en esto que le veo provecho y allí estoy bregando.

−Y siempre tiene tiempo para compartir con tu familia y amigos.
Luís: Por supuesto, hay que divertirse porque el solo trabajo cansa, hay que despejar la mente, así me digan lo que me digan. Me gusta mi Wiskisito, cervecitas, echar un pie con alguna mujer bonita. Aunque me gusta todas las mujeres, fue lo mejor que Dios creo, así mal paguen, pero todas son bellas.

−Claro que sí, pero todos los que te conocemos decimos que te enamoras de cualquier mujer, que no existe un perfil.
Luís: Ustedes que son unos jodedores, pero soy un enamorado de las mujeres, todas me gustan (con todo respeto a tu persona) y con unos palos encima las veo más bonitas. Es inevitable jejeje.

−Y tu padres, eres hijo único…
Luís: Sí soy hijo único, pero mi papá no lo ve así y tampoco yo, fui criado con todas de la ley, quizás más duro que cualquier padre con muchos hijos. Y de verdad que agradezco que sea así porque sino yo no fuera lo que soy. Desde pequeño aprendí a trabajar y aquí estoy.
Y ni crea con mi mamá, tú la vez allí riéndose pero ella me regaña cuando tiene que hacerlo y quisiera que fuera más flexible, pero como hago. Así los quiero a los dos, son mi apoyo y mi todo.

−Casi nunca te he visto molesto a pesar de algunas dificultades en que te he visto apretado, jamás ha dejado de sonreír.
Luís: A los problemas pecho, siempre van a pasar, y claro que me preocupo pero que más hacemos, seguir adelante y más nada.

−Me gusta oír los cuentos de los demás, eso me fascina ¿Qué es lo que más te gusta?
Luís: Bajo una mata de guama, en un chinchorro con los bolsillos llenos de dinero jejejeje.. y fumarme un cigarrillo jejejeje…


−¿Qué es lo primero que hace cuando llegas a casa?
Luís: Besar a mamá, sentarme en el porche para que pase alguien y ponerme hablar.

−¿Cuál es tu manía?
Luís: dar consejo, me la paso dando consejo a todo el mundo.

−¡A qué le tienes miedo!
Luís: No tener dinero, claro, enfermarme y no tener a nadie que esté conmigo.

−¿En qué trabaja?
Luís: Mineando, en todos lados.

−¡Tus anhelos!
Luís: Amar a una mujer.

− ¡Próximos proyectos?
Luís: Comprarme un carro, no sé, no lo he pensado aún, metido en el onte no me chance de pensar y poner en orden mis ideas, pero lo voy a pensar.

−¿Qué hace en tu tiempo libre?
Luís: Compartir con mis amigos, jugar dominó con mi papa y mis tíos.

−¿Quiénes son tus amigos?
Luís: Aquellos quienes están contigo y yo con ellos a pesar de nuestros defectos.

−¿Qué piensa de la tecnología?
Luís: Maravilloso, aunque no la utilizo mucho, pero lo que es el teléfono saca de apuros a cualquiera.

−¿Qué significa Dios para ti?
Luís: Supremo, casi nunca rezo pero lo respeto mucho.

−Y ¿Cómo explicaría la situación de nuestro país? ¿Te ha tocado hacer cola?
Luís: Fatal, es una maldición. He hecho cola, no mucho porque quita tiempo prefiero comer coroba o yuca.

−Y el socialismo del siglo XXI
Luís: El peor invento del mundo entero y de los venezolanos.

−¿Tu color, música, menú, jobi, deporte  favorito?
Luís: plateado, criolla, cochino frito con cachapa y carne asada, jugar dominó, fútbol.


−Recuerdo mucho cuando me constaste que perdiste la virginidad con una gorda que te forzó prácticamente, creo que lo contaste porque estaba arreglando las Isoras y tu estaba esperando a tu tío Marcos afuera, entonces me viste llena de arena y  como para animarme un poco comenzaste a echar chistes de cuando estudiaba en la universidad y después hablaste de la gorda. Pero cuéntame otra cosa.
Luís: Jejejeje... ¡Ah! sí mi gorda bella, te cuento que es peluquera, siempre la veo. Lo que te voy a decir es más serio y es que “el menos que tu piensa que te va a ayudar te ayuda, es decir, yo nunca pensé que aquel hombre que ha metido tanto la pata y el que todos han tachado, me ayudó en vez de mi amigo que tenía al lado y a quien ayudé y quizás siga ayudando porque sé que necesita de mí”, y así es la vida, justa e injusta.

−¡Invéntate un cuento de cincuenta palabras!
Luís: No sé contar cuentos, pero te voy a decir una moraleja que me dijo el padre Jaramillo hace muchos años y que la recuerdo con mucho recelo. No me acuerdo mucho pero allí te va “un misionero va con su monaguillo a visitar las casas. Un día llegaron a un desierto, donde no había más casas, solo una. Estaba ocupada por una familia muy grande, donde los niños estaban descalzos, sin vestiduras y sin comidas suficiente para alimentarse. Sólo tenían una vaquita que era el sustento de la familia. Entonces el misionero observando la situación tiró la vaquita por el barranco y el monaguillo que veía desde un lado se asombró y se decepcionó, por lo que se fue y dejó al misionero. El monaguillo recorrió mundo, viajó a todos lados y cuando pasó los años regresó al desierto, en donde estaba la familia muy pobre. Pero cuando llegó al lugar encontró una finca ocupada por grandes señores, animales y sembradíos por todos lados, los niños bien vestidos y educados. Se fue acercando para preguntar por la familia pobre y era la misma familia quien se había superado”.
Pues, a raíz de que le mataron la vaquita, la familia se vio obligada a salir a trabajar, es entonces que el monaguillo reconoce y admira la misión de tirar la vaca.
¡Ah! lo conté bien verdad.

−Te voy a decir cinco palabras y tu contesta lo primero que te venga a la cabeza:
1.- Dios: Superior
2.- Caicara: Pasión
3:- Política: Poder
4.- Amistad: Felicidad
5.- Soledad: Incomodidad

−¡Habla de lo que sea!
Luís: Aunque tú no lo crea, amo a las mujeres, pero el amor no existe, será porque nunca me he enamorado o porque me han herido.

−¿Cuál es tu súper poder?
Luís: Hablar, hablar y hablar.

−¿Cuál es tu consejo para los más jóvenes?
Luís: Que estudien, que estudien y que estudien más. Saquen su profesión. Que eso les va ayudar para el futuro sea como sea.

−¿Qué le dejas al futuro?
Luís: No sé, hasta ahora no he pensado en eso.

−Gracias por tu apoyo. Es un gran placer tenerte en mi blog.
Luís: Listo, tan rápido… entonces me voy a jugar dominó jejeje… tranquila vale cualquier cosa me dice…aquí en ciudad Bolívar sí hace calor ¡uffff!



Escribe Hogareña

lunes, 25 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: ENTREVISTA I

YUMARIS BUTTO
−Es un gusto inmenso tenerte en mi blog. De verdad que me llena de orgullo que esté aquí. Especialmente hoy, en mi primera entrevista. Aunque te digo en la forma que organicé las entrevistas te tenía de último pero bueno, aquí está, conmigo y con mis lectores compartiendo este encuentro tan especial, porque no es solo la entrevista sino que también es mi “Primer Aniversario” con este Proyecto.
Yusmaris: “Hola hermana”, pues así nos decimos cada amanecer, aunque no somos evangélicas jejejeje… pero sí de sangre. Estoy un poco nerviosa por esta entrevista, pero aquí estamos. Estoy orgullosa de ti como toda la vida y es un gusto también estar aquí no solo por ti sino también por mí; en la transparencia en la que nos lleva la vida es necesario que algunos me conozcan.
Y aunque ya sabía que me ibas entrevistar de último, ahora soy la primera estoy ansiosa pero como dijo Jesucristo “los últimos serán los primeros” jejejeje… “Feliz Aniversario” y que sigas con el mismo entusiasmo de siempre y esa inquietud que te caracteriza sin dejarte parar un instante.

−Te conozco de toda la vida, claro, eres mi hermana menor, la consentida la mimada, la niña bella de cinco hermanos y primos que te cuidan y que a veces te sobreprotegemos ¡qué siente ser la menor de todos!
Yusmaris: Es como una sensación agridulce, porque a veces quisiera cometer mis propios errores que ustedes no me dejan, abrumándome con sus consejos, en esto y lo otro. Pero a la vez es rico al saber que te cuidan, te protegen y te miman a pesar que soy independiente. Gracias a esos cuidados he evitado muchos tropiezos horrible y posibles fracasos, pero a la vez, me atormentan con sus miles consejos distintos que me dejan más cabezona que antes.

−Eres una persona muy dulce, comprensiva, afectiva y tierna, pero como haces para sobrellevar tu trabajo,  porque si está bajo presión y tiene a tu responsabilidad cientos de personas obreros de diferentes caracteres y que a veces algunos no hacen caso, como por ejemplo no ponerse un implemento de seguridad (casco).
Yusmaris: Sí, cuando llego al área de trabajo, hay que poner carácter porque sino te agarran de guachafita y te toman como loca. Yo diría que cambio, no es una máscara ni careta, al contrario me doy a respetar. Y ese respeto me lo he ganado con los años de experiencia y saber escuchar primero antes de actuar.

−¡Haz fracaso alguna vez!
Yusmaris: Sí, y tu lo sabe… es difícil conseguir pareja que tenga los mismos sueños que yo, que tenga esa misma pasión, entrega y todas esas cosas lindas que se desea en la vida… pero no pierdo las esperanzas jejejeje…

Cómo tú haces para no perder la paciencia, porque de lo que soy yo me angustio y me afano a las cosas, hasta que las vea lista.
Yusmaris: Muy fácil, no ha que adelantarse y atrasarse, hay que ir al ritmo del tiempo y la vida, todo llega a su debido momento sin estresarse mucho, si lo haces te enferma.

−¿Cuál es tu pasión?
Yusmaris: La vida misma, mi vida, una buena película en el cine, hablar con mi mamá y mis hermanos, bailar un poco y comerme un mango de piña jejejeje, ¡ah! hablar con mis amigas, eso nos gusta la mujeres.

−Cuando llegas del trabajo ¿Qué haces?
Yusmaris: ¡Llegar del trabajo! acostarme en mi casa sabrosa, ver una buena película, relajada, y abrazar a mis bellos sobrinos.

−¿Cuál es tu manía?
Yusmaris: ver todo pulcro, limpio, tengo esa manía tan mala, todo ordenado en su lugar, parezco una hormiguita recogiendo y acomodando aquí y allá.

−¿Cuáles son tus miedos?
Yusmaris: Quedarme sola, aunque las morochas me tienen un cuarto en la esquina de su casa cada una, y ya se están peleando por quedarse conmigo, bueno y tu quiere que te regale un robot jejejeje… no sé que voy hacer con eso… pero es la soledad.

−Eres T.S.U. en Seguridad Industrial pero que otra carrera te gustaría desempeñar.
Yusmaris: Nada y te digo que ni siquiera lo he pensado, pero si tendría que cambiar de carrera creo que me gustaría ser bailarina jejejeje…

−¿Tus anhelos y próximos proyectos?
Yusmaris: son muchísimo pero los más urgente es adquirir una casita, no muy grande y por supuesto graduarme de Ingeniería en Seguridad Industrial.  


−¿Qué hace en tu tiempo libre?
Yusmaris: Estar con mi familia, más nada, compartir con ella todo el tiempo posible, haciendo lo que sea pero con mi familia.


−¿Quiénes son tus amigos?
Yusmaris: Mira tengo muchos amigos, amistades y conocidos. Pero mis amigos son aquellos que han estado creciendo en convivencia (como dicen por allí en las buenas y malas), las que escucho y me escuchan, los que han estado en mis problemas y yo en los problemas de ellos, y de vez en cuando tenemos nuestras diferencias pero después nos contentamos porque hay respeto.


−¿Qué piensa de la tecnología?
Yusmaris: Maravilloso. Es lo mejor que se haya inventado, ya vez nos estamos comunicando por internet y todos esos aparatos que nos pone más cerca aún, sinque la distancia entorpezca.

−¿Qué significa Dios para ti?
Yusmaris: Mi luz…

−¿La situación de nuestro país? ¿Te ha tocado hacer cola?
Yusmaris: Es un caos, no quiero hablar de eso vale… si me ha tocado hacer cola y es horrible, no duermo en la noche antes y después de hacer cola, es más, es un gran riesgo que hacemos para comer, parecemos salvajes…


−¿Tu color, música, menú, jobi, deporte y película  favorita?
Yusmaris: Azul, la salsa (todas), como soy familia de sucrense El pescado (todo con pescado), jugar barajas como mi abuela y cantar con una karaoke, voleibol, la bella y la bestia.  (pero tu sabe que las de acción me fascina jejejeje).

−¿Tu novela favorita? Y ¿Por qué?
Yusmaris: Piedra de Mar, porque es de un muchacho que no sabe qué hacer con su vida, está confundido, enamorado solo y trata de escribir una novela, se la pasa triste pero al final encuentra la salida. Y no es tan enrollada en esos dramas todos confusos.

−¡Invéntate un cuento de cincuenta palabras!
Yusmaris: No era un día cualquiera, más bien era un día donde el sol resplandecía más de lo acostumbrado, dónde nadie quería salir a la calle sino quedarse en su casa para apaciguar el calor. La madre cocinaba y el padre leía el periódico frente a la puerta principal, solamente la hijita miraba inquieta por la ventana la llegada de sus hermanitos de la escuela. Tenía bajo de sus brazos una bolsita corriente, nada extravagante, porque lo especial lo tenía dentro de ella, nada más y nada menos una piedra para jugar la semana, era una piedra bien pulida y plana, pues la que tenía suerte de ganar las jugadas, por lo que la cuidaba con tanto recelo, así como también cuidada tres metras, una pelota de goma, una cuerda, unas barajas, dos dados con su cartón de ludo y un juego de ajedrez casi corroído por el tiempo. Es el mundo mágico donde sólo existe la alegría y el amor, sin temor a nada ni a nadie.
La alegría de ver a sus hermanos contagió la casita de apenas tres habitaciones, corría y saltaba de alegría, jalaba por el vestido a su madre, se mecía en la silla de su padre ansiosa de que sus hermanos salieran a jugar, hasta sujetaba la mano de sus hermanitas sin esperar que éstas terminaran de llegar
Era la guerra de mango, forrarse de tierra, ver el tren pasar y sentir la tierra temblar pero nada como brincar la cuerda o jugar la pelotica de goma en la calle. Aún cuando el sol quema, los cachetes enrojecidos, la garganta seca y los cabellos tiesos.


−Te voy a decir cinco palabras y tu contesta lo primero que te venga a la cabeza:
1.- Dios: Supremo
2.- Guayana: Bendita
3:- Política: poder
4.- Amistad: Amor
5.- Soledad: Terror

−¡Habla de lo que sea!
Yusmaris: Eran las cuatro de la mañana cuando sonó el reloj y fue el aviso que tenía que levantarme para ir a trabajar. Aún con sueño me levanté me di un baño y es cuando me espabilé, me acomodé y arreglé todo, desde el almuerzo que tengo que llevar al trabajo hasta la pintura en los labios. A veces me cuesta levantarme tan temprano a pesar de los años haciendo lo mismo, y doy vueltas en la cama, de un lado a otro, pero es cuando le doy gracias a Dios porque tengo trabajo.

−¿Cuál es tu súper poder?
Yusmaris: La Empatía. Hay que ponerse en los pantalones de los demás para comprender algunas cosas.

−¿Cuál es tu consejo para los más jóvenes?
Yusmaris: Que estudien muchísimo y que sean ellos mismos.

−¿Qué le dejas al futuro?
Yusmaris: Te parece poco, muchas edificaciones en mi ciudad, por ejemplo, los trabajos realizo en Tocoma, sin mí y muchísimos trabajadores jamás esa edificación se realizaría, somos los héroes del futuro, soy parte de ella (claro, la obra está parada) pero formé parte de ella y ahora con este trabajo también edifico para el futuro.

−Gracias por la entrevista. Eres una persona muy especial y te aprecio muchísimo.
Yusmaris: Gracias a ti por darme esta oportunidad, de verdad que la disfruté bastante jejeje…



Escribe Hogareña

viernes, 22 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: EN LO COMÚN

PERDER EL AGUANTE

En algunas ocasiones  y por cualquier razón la persona que tú crees que más te ama y la que tú ama también hiere tus sentimientos. Es alguna palabra la que te hace sentir miserable  pero tan miserable que se te hace un nudo en la garganta, después arranca a llorar como un niño y quisiera que la tierra se abriera para enterrarte allí.  
Sin embargo aguanta los insultos, quizás las benditas humillaciones una y otra vez, hasta llegar en un punto que revientas de mucha ira y empiezas a decir miles y miles de palabras a la otra persona hasta verla ponerse chiquitica, y lo peor que la otra persona se te queda mirando asombrado porque nunca pensó que tú reaccionarias de esa forma. Luego de un rato cuando pasa todo, los insultos el rencor que lleva por dentro y todas esas cosas que se venían arrastrando desde hace tiempo sientes un alivio y te felicita a ti mismo.

A veces volvemos a sentirnos miserable porque herimos a ese ser amado que no se merecía tantos insultos, es el arrepentimiento que es más fuerte que la satisfacción, pero como dejar que te sigan humillando, de alguna forma tienes que poner en su lugar a quien se debe.
Son las discusiones con la pareja, un hijo, hermano, mamá, amiga acompañados de buenos momentos y que se convierten en discusiones por cualquier cosa, nada imposible, todo se soluciona, sin poder evitar las diferencias y seguir amándonos.

Escribe Hogareña

jueves, 21 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: MUJERES DEL HOGAR II

CON UN NUDO EN LA GARGANTA

Me disculpan la tardanza, dos semanas haciendo cola otra vez. En el trajín de levantarse a las tres de la mañana e ir hacer cola para saber si llega el cemento y hoy como todos los días no llegó. Después que una amiga me avisó de que iban a vender harina de trigo en un comercio, salí a comprar. Era gente por todos lados, la aglomeración del gentío coleándose, empujándose, era estrepitoso, algo impensable, parecía una guerra entre mujeres, hombres y hasta niños, guardia nacional, todos confundidos. Lo cierto que después de tres horas no pude comprar, salí con un nudo en la garganta, me sentí tan triste, abusada, burlada y a la vez con tanta ira.
Como no quieren que hable, como quieren que me quede callada, hasta cuando los venezolanos vamos a vivir así. Es un grito, es un grito, es grito, quizás de impotencia, de rabia y de tristeza.
Y muchos de mis amigos me dicen ¡hasta cuando habla así!, ¡escribe otra cosa!, ¡vive la vida!, pero cómo la voy a vivir, por Dios amigos, me disculpan, ya se acostumbraron a vivir entre la inseguridad y el desastre de la economía que nos están consumiendo de a poquito. ¡QUÉ TRISTE!
Escribe Hogareña

miércoles, 20 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: MUJERES DEL HOGAR I

LAS MADRES VENEZOLANA
Las madres venezolanas vivimos con un miedo eterno por lo que le pueda pasar a nuestros hijos, la vecina no duerme cuando su hijo se va a una fiesta en casa de un amigo, hasta que no llega no deja de rezar. Hace días la madre de un joven le prohibió asistir a la universidad en su cuarto semestre de medicina por haberle llegado una bomba lacrimógena en plena clase, y la inseguridad por doquier no la deja tranquila, solo los matan sin mediar palabras.
Esta tarea de no conseguir ni siquiera un paquete de harina para hacer arepas, nos pone con los nervios de puntas haciendo estallar la rabia acompañada de la adrenalina y justamente allí a pelear unas con otras.

El respeto se perdió desde hace tiempo, son los atropellos del ejército nacional quienes abusan y empujan, hasta maltratan a estas madres que se quejan y claman compasión. He visto como uno de ellos golpeó a una mujer, le dio tan duro en el pecho que la dejó tendida en el suelo.
Es momento de celebrar y honrar a las madres, pero que esa ovación que se les haga a las madres venezolanas sea colmados de muchos valores que se han perdido en los últimos años, en donde solo gana quien tiene el poder.

Escribe Hogareña

martes, 19 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: LA TRAGEDIA COMO SIEMPRE EN LA PUERTA DE LA CASA

ÁNGEL
Cuando queríamos un mango de la punta de la mata, llamábamos a Ángel, y en santiamén saltaba de una rama a otra y nos bajaba el mango. Muchas veces se cayó de las ramas pero siempre se levantaba con una tremenda sonrisa y volvía a subir. Jugábamos a la “pelotica de goma”, a la “gallinita ciega”, al “fusilao”, al “tocaito”, al “palito mantiquellero”, al “escondite” y muchos juegos que en este momento no recuerdo. Lo cierto es que Ángel terminaba por caerse por donde quiera e incluso, si iba caminando tranquilo, lo raro era que nunca le vimos ni siquiera un rasguño. Pues lo bautizamos como el “gelatina” y decíamos:
-          Epale gelatina que vamos a jugar hoy.
Y él con una sonrisa menuda contestaba:
-          Lo que ustedes quiera…
Siempre lo imaginé como una gelatina de fresa. Y cuando lo llamaba gelatina de fresa, él me decía “no soy de fresa, soy de piña”, pero como las gelatina de piña nunca me gustó preferí imaginármelo siempre de fresa en silencio.
Claro éramos cuatro niñas, y mi hermano y él no nos podían ganar jamás. Siempre veíamos a Ángel brincar de un lado a otro. A veces nos traía un coco de su casa, varias guayabas, hasta limones, lo que él pudiera traer. A medida que fuimos creciendo se enamoró de mi hermana, creo que a mi hermana también le gustaba pero nunca dijeron nada, quizás sea porque crecimos juntos o porque quién se enamoraría de “gelatina”.
Nos distanció los estudios o más bien la adolescencia y con ello los deseos y sueños diferentes. Nosotros estudiando y gelatina dejó los estudios. Nuestros amigos eran de la universidad y de gelatina los de la calle.
Él se enamoró de una muchacha a quien le decíamos cabeza de chocolate, sobrenombre que él mismo le puso, era por los enredos de su cabello y su color marrón. Y nosotras nos atrevíamos un día en decirle:
-          Cónchale Ángel, (claro porque como éramos adultos, nos comenzamos a llamar por nuestros nombres), Cónchale Ángel porque te casaste con cabeza de chocolate y él decía:
-          Porque sí, me enamoré  y deja la vaina vale…
Su trabajo era de albañil, herrero, carpintero y lo que saliera. Muchas veces trabajó en pequeñas contratas de las empresas básicas, pero no lograba quedar fijo. En muchas ocasiones cuidó las espaldas de mis hermanas de gente que quería robarla cuando regresaban del trabajo. Quizás sea porque se la pasaba en la calle, brincando de aquí para allá y nunca le pasaba ni siquiera un rasguño.
De ojos café claro, caucásico, de sonrisa cálida y fácil de conversar. Siempre alzando la mano para saludarte y sobretodo en la esquina del portón de su casa esperando un no sé qué. Una esposa y sus hijos. Esperando un trabajo. Celebraba con sus amigos, lo balearon muchas veces y por más que corrió duro, ésta vez no se salvó. Muchos tiros, por todos lados, así terminó Ángel el domingo en la noche.
Su madre llora y su padre se resiste al llanto, sus hermanas desconsoladas y su esposa destrozada mientras sus hijos, no pueden creer lo que sucedió. Tenía treinta y cuatro años de edad.
Estoy tan triste, otra persona muy cercana a mí muerta inesperadamente. A la vez tengo mucha ira porque son muertes que podrían ser evitada si el manejo del sistema del país evocara a las necesidades del pueblo (tantos planes de seguridad y la inseguridad va de mal en peor). Nos estamos matando unos a los otros. Tantos jóvenes caídos como si estuviéramos en guerra.  Sólo un fin de semana en el estado Bolívar hay más de catorce muertes por armas y no haya justicia.

Escribe Hogareña

MES ANIVERSARIO: Y HABLANDO DE LOS SUEÑOS

SEGUIR LOS SUEÑOS
Cuando pide y lucha con el alma por algún sueño ten por seguro que se convierte realidad, quizás sea porque estaba en el momento preciso, o tal vez, que la situación se prestó, lo cierto, es que tarde o temprano se hace realidad. Siempre y cuando luches por lo que quiere. Insistir puede ser la palabra correcta cuando una y otra vez ha fracasado o cuando busca y busca y no consigue.
Quedarse sentado a esperar que todo le venga como arte de magia, no es buena idea, tampoco es buena idea conformarse cuando en realidad lo que quiere es lanzarse a la aventura de descubrir nuevos horizontes.
Tampoco es bueno enfrascarse por algo que no tiene remedio. Es tener el tacto cuando hay que luchar o dejar de hacerlo, cuando vale la pena arriesgarse y cuando quedarse quieto. Es el instinto o la seguridad de sentirse bien al querer algo.

O sea, una relación que no pudo ser, hay que dejarla ir; un trabajo que te gustó bastante y por alguna razón lo dejaste, busca otro trabajo; si por seguir un camino que te entristece muchísimo, entonces busca otro camino que te haga feliz.

Escribe Hogareña

lunes, 18 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: LA TRAGEDIA COMO SIEMPRE EN LA PUERTA DE LA CASA

ÁNGEL
Cuando queríamos un mango de la punta de la mata, llamábamos a Ángel, y en santiamén saltaba de una rama a otra y nos bajaba el mango. Muchas veces se cayó de las ramas pero siempre se levantaba con una tremenda sonrisa y volvía a subir. Jugábamos a la “pelotica de goma”, a la “gallinita ciega”, al “fusilao”, al “tocaito”, al “palito mantiquellero”, al “escondite” y muchos juegos que en este momento no recuerdo. Lo cierto es que Ángel terminaba por caerse por donde quiera e incluso, si iba caminando tranquilo, lo raro era que nunca le vimos ni siquiera un rasguño. Pues lo bautizamos como el “gelatina” y decíamos:
-          Epale gelatina que vamos a jugar hoy.
Y él con una sonrisa menuda contestaba:
-          Lo que ustedes quiera…
Siempre lo imaginé como una gelatina de fresa. Y cuando lo llamaba gelatina de fresa, él me decía “no soy de fresa, soy de piña”, pero como las gelatina de piña nunca me gustó preferí imaginármelo siempre de fresa en silencio.
Claro éramos cuatro niñas, y mi hermano y él no nos podían ganar jamás. Siempre veíamos a Ángel brincar de un lado a otro. A veces nos traía un coco de su casa, varias guayabas, hasta limones, lo que él pudiera traer. A medida que fuimos creciendo se enamoró de mi hermana, creo que a mi hermana también le gustaba pero nunca dijeron nada, quizás sea porque crecimos juntos o porque quién se enamoraría de “gelatina”.
Nos distanció los estudios o más bien la adolescencia y con ello los deseos y sueños diferentes. Nosotros estudiando y gelatina dejó los estudios. Nuestros amigos eran de la universidad y de gelatina los de la calle.
Él se enamoró de una muchacha a quien le decíamos cabeza de chocolate, sobrenombre que él mismo le puso, era por los enredos de su cabello y su color marrón. Y nosotras nos atrevíamos un día en decirle:
-          Cónchale Ángel, (claro porque como éramos adultos, nos comenzamos a llamar por nuestros nombres), Cónchale Ángel porque te casaste con cabeza de chocolate y él decía:
-          Porque sí, me enamoré  y deja la vaina vale…
Su trabajo era de albañil, herrero, carpintero y lo que saliera. Muchas veces trabajó en pequeñas contratas de las empresas básicas, pero no lograba quedar fijo. En muchas ocasiones cuidó las espaldas de mis hermanas de gente que quería robarla cuando regresaban del trabajo. Quizás sea porque se la pasaba en la calle, brincando de aquí para allá y nunca le pasaba ni siquiera un rasguño.
De ojos café claro, caucásico, de sonrisa cálida y fácil de conversar. Siempre alzando la mano para saludarte y sobretodo en la esquina del portón de su casa esperando un no sé qué. Una esposa y sus hijos. Esperando un trabajo. Celebraba con sus amigos, lo balearon muchas veces y por más que corrió duro, ésta vez no se salvó. Muchos tiros, por todos lados, así terminó Ángel el domingo en la noche.
Su madre llora y su padre se resiste al llanto, sus hermanas desconsoladas y su esposa destrozada mientras sus hijos, no pueden creer lo que sucedió. Tenía treinta y cuatro años de edad.
Estoy tan triste, otra persona muy cercana a mí muerta inesperadamente. A la vez tengo mucha ira porque son muertes que podrían ser evitada si el manejo del sistema del país evocara a las necesidades del pueblo (tantos planes de seguridad y la inseguridad va de mal en peor). Nos estamos matando unos a los otros. Tantos jóvenes caídos como si estuviéramos en guerra.  Sólo un fin de semana en el estado Bolívar hay más de catorce muertes por armas y no haya justicia.

Escribe Hogareña

sábado, 16 de agosto de 2014

Y PORQUE LLORÉ HACE UN RATICO

Con mucho dolor de cabeza y con ganas de quedarme en casa sin que nadie me moleste, es lo que más quiero. Pero cómo carrizo quedarme quieta con tantos deberes que hacer, que al final no tiene mérito y ni siquiera vale la pena esforzarse tanto porque después de todo no es nada primordial y mucho menos importante, entonces, para qué sacrificar tantas cosas, es mejor voltearse y seguir así como si nada, andando por el mundo que a veces parece un asco. La vida es un asco. Es triste, es tristísimo. Y lo que provoca es hundirse en el llanto hasta sentir que te ahogas en lágrimas, hasta que los ojos estén hinchado, hasta que duela el estómago, hasta que el corazón se ponga chiquitico, hasta no sentir el cuerpo, hasta desaparecer de la faz de la tierra.
Cuando menos piensas el tiempo te pasa factura sin que te des cuenta, y no te queda más que pagar y de vez en cuando con intereses. ¡Será posible seguir viviendo de esta manera tan miserable y vacía! lo digo de corazón. Tantos logros obtenidos han valido la pena, así como tantos penas e inmolación. Únicamente la esperanza de un retoño me mantiene firme y más fuerte que ayer, la que me anima ver el futuro de otro modo que no es la muerte.
Ésta mañana no estaba triste pero ahora sí, pero cómo iba saber que hoy en la tarde me iba ahogar en llanto, que me iban a herir tan profundo. Jamás hubiese pensado en levantarme de la cama o caminar por los pasillos de la casa, ¡no! jamás pensaría en peinarme el cabello y salir a la calle.
Ni siquiera mirar el cielo opacado de inmensas nubes grisáceas y los arboles adornados de grandes gotas de agua recién caída, las calles enchumbadas y los zapatos humedecidos. 
Sentada en un rincón esperando algo. Tal vez la sonrisa de un niño o el abrazo de mi padre que nunca volveré a tener. Qué cosa tan mala se siente en el pecho. ¡Sí! cómo hace falta un abrazo o una sonrisa de alguien. y es que ni siquiera en pensar en Dios calma este dolor que me desgarra poquito a poco, más bien lo siento más lejos, muy lejos. Más que nunca. 
Simplemente desaparecer, estar sola, claro que es en este momento necesito estar sola, sin miramiento y nada de esas cosas que tenga que ver con el semejante o persona más querida. Eso sí con la sonrisa, ocurrencias y las habladurías de mis hijos a mi lado, más nada, lo demás es vanidad.

 

Escribe Hogareña: MES ANIVERSARIO: LA PENA DE UN PUEBLO

Escribe Hogareña: MES ANIVERSARIO: LA PENA DE UN PUEBLO: ¡QUIEN ES QUIEN! En las creencias religiosas dicen que cuando nos llega la muerte, el espíritu va directo a un juicio en el cielo y es ...

viernes, 15 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: LA PENA DE UN PUEBLO

¡QUIEN ES QUIEN!

En las creencias religiosas dicen que cuando nos llega la muerte, el espíritu va directo a un juicio en el cielo y es allí donde Dios todo poderoso juzga de acuerdo a lo que vivimos en la tierra, quiero decir a la bondad, el amor, la honestidad,  la generosidad y todas aquellas cosas gratificante y equilibradas que se nos pueda presentar en el andar de la vida. Y todo aquello parece hermoso y fácil de cumplir por lo que tratamos de cumplirlo al pie de la letra, pero como lo hacemos en esta sociedad tan corrompida que se nos han impuesto en bandeja de plata y que es imposible despreciar para poder subsistir, sobre todo para aquellos que vivimos la decadencia, el hambre, de hijos con el estómago vacío, y es allí donde reflexiono “que no nos hemos muerto ni siquiera hemos vivido un jubilo, entonces porque vivimos en el infierno sin estar muerto o es que nos saltamos la muerte para ser juzgados y pagar algo que todavía no sabemos”, ¡donde está la justicia y la felicidad que ni siquiera nos dimos cuenta cuando se escondió! Qué culpa tenemos nosotros por pagar tanta desolación, miedo, dolencia y desesperanza, todavía lucho para que mis hijos tengan un vaso de leche cada amanecer y miles de madres perdieron la lucha al ver a sus hijos metidos en un ataúd. De rodilla sigo pidiéndole a Dios ¡qué culpa tenemos nosotros por pagar algo que no sabemos! y sobre todo mis hijitos que duermen felices por tenerme a su lado que por dentro saben que falta algo y  están seguro que hay algo que no marcha bien.

Muchos serán los escogidos, y es que ya escogieron los que serán felices en el andar de la vida, porque se presiente en el camino a muchos que se hacen llamar el poder, de viajes en viajes, deleitando los mejores manjares, millones de fotos pegados en paredes, vallas, afiches y todo aquello que sale en la calle, en los periódicos, revistas, televisión, radio e internet, los que son dueños de las grandes empresas, mansiones, carrasos y cuentas infinitas en el exterior, ¡es que a ellos le llegó el cielo!, ya fueron juzgados y son los escogidos de Dios y nosotros los que estamos en el infierno, necesito respuestas, que alguien me diga.
Están los esclavos, que serían los profetas, los enviados o fieles servidores que viven de los anuncios que dan los escogidos, aún viviendo la inclemente pobreza, creen y se desviven por cientos de palabras mal habladas de algunas personas, esperando quizás que los tomen en cuenta por lo menos una vez en la vida,  augurando que serán salvados y llevados a la gloria, y años tras años los vemos más desgastados física y mentalmente que los propios pobres, pero firme como el roble, caminan de aquí para allá vigilantes, nerviosos y cuidando cualquier imprudencia que pudiera salir de la boca de alguno para aprovechar la oportunidad y tratar de relucir ante del poder, condenando a esa persona. Los esclavos vigilan y vigilan y es que fichan y fichan como hienas, y al estar engañados creen en la esperanza de un vivir mejor.
Los que no se dejan engañar, son los que sufren la peor parte, son los rechazados, azotados sin compasión y que jamás recibirán el perdón del poder aquí en la tierra. Pobre hombres se les ven en todas partes cada vez más languidecidos pregonando que existe una mejor vida más allá de la ignorancia y de lo que se nos ponen en bandeja de plata. Muchos tenemos miedo, porque hemos vivido la crueldad del mal y no es nada fácil cuando se tiene a la sociedad en contra. El derecho se ha perdido, como es el derecho a la vida, al recrearse, a alimentarse y sobre todo el derecho a opinar lo que pensamos. Todo es un disfraz, una careta que dentro de de ella está de un pueblo que deambula por las calles sin razón alguna.

Qué triste me siento al saber que hay un mundo allá afuera, en la que quizás estaría mejor, el no ofrecerle algo mejor a mis hijos, y más aún, las añoranzas de mis padres cuando en los atardeceres nos cuenta aquellas historias bonitas de un pasado próspero que prometía mucho para un futuro, y que ahora el presenta es un desfalco.
Escribe Hogareña

jueves, 14 de agosto de 2014

MES ANIVERSARIO: EN LA POLÍTICA

ROMPO EL SILENCIO SIN CULPAR A NADIE

Hace algunos meses le escribí a alguien que nunca me dio respuesta, y ya no me importa, se la pasaba hablando de mi país, de esto, de lo otro y miles de tonterías que me llené de indignación y mucho coraje. Pido disculpa ante manos si alguien se ofende pero no puedo callar más por lo que en éste momento estamos viviendo. Ratifico que no soy politiquera y mucho menos fanática, solamente lo vivo día tras día; dicho documento dice así:
EL DOLOR DE UNA MADRE
Mientras  se planea que hacer por el país, nosotras las madres venezolanas no las ingeniamos para sobrevivir para el siguiente día y mantener con vida nuestros hijos. Con mucho sacrificio, a veces, con indolencia nos apresuramos para hacer los quehaceres cotidianos para luego, hacer la nueva tarea en contra nuestra que nos fue impuesta por un grupo de gente que se creen dios, pues así como les digo, salimos corriendo de prisa para meternos en las colas bajo el sol o la lluvia para adquirir un producto alimenticio para nuestros hijos, y peor aún las ganas de gritar y hundirnos bajo tierra y con el corazón partido nos queda cuando nos dicen que se acabó el producto después de haber pasado horas y horas en la cola asustadísima y con la adrenalina a millón vigilante para que nadie se colee o que algún joven desorientado nos roben. Son largas horas que dejamos de dedicarle tiempo a nuestro hogar y nuestra familia, y dolor de saber que nuestros hijos también pasan la misma inclemencia haciendo cola porque no tenemos con quien dejarlos, y más deprimente cuando observan discutir por cualquier cosa, y más dolor me da cuando escuchan las tremendas groserías de algunos enfurecidos que pierden la paciencia y el mismo dolor que yo misma siento.
No estoy hablando por hablar lo vivo cada día de mi vida, cuando alguien me avisa que hay azúcar, harina de pan, mantequilla, carne, papel sanitario y otro producto en cualquier supermercado, comienzo a mentalizarme lo que se me viene encima y mientras me pongo los zapatos deportivos mis manos comienzan a sudar, mi corazón a latir fuerte y los nervios de puntas y con el nulo en la garganta me hace salir muchísimas lagrimas cuando veo los ojitos de mis hijos rogándome que los dejen en casa,  pero como no tengo con quien dejarlos los obligo a seguirme, es el dolor más grande que una madre puede hacer en esta situación tan difícil que ni el poquito de dinero que me da mi marido y que con tanto esfuerzo y trabajo duro para obtenerlo puede suplir tal necesidad. Y que también día a día rezo para que mantenga su trabajo.
Días tras día veo muchas madres lloran por sus hijos muertos y vuelvo a decir que no es mentira, en los periódicos locales se muestra la tristeza latente del dolor irreparable de muchas de ellas, en los canales nacionales se ven las constantes protestas de padres preguntándose el porqué su hijo, en la radio sin música de fondo muchos locutores lamentan tales perdidas de la juventud, y pero aún en mi propia comunidad la tristeza de las madres recorren las calles vestidas de negros y a veces ajena del dolor los compadezcos y lloro como si ese muchacho fuera mi hijo. En mi familia ya han muertos dos primos uno de diecisiete y otro de veintiocho años y mi tías todavía no se recura del dolor al igual que yo. Muchos jóvenes en “malos pasos”  hacen preguntarme cómo será los míos cuando crezcan, sí son buenos muchachos el hampa los acaba sin razón o sin son malos muchachos acabaran con los buenos muchachos, que destino les esperas y ojalá sea la vejez,  y es allí cuando me pongo de rodilla y le pido a Dios que tenga misericordia.  
Mientras los políticos y de los que se creen dueño del país nos pisotean, nosotras las madres no las ingeniamos para ver crecer nuestros hijos, pero la realidad es que no somos Dios para protegerlos de tanta injusticia que ni siquiera en nuestras propia casa la tenemos y se escapa de nuestras manos salvarlos y mueren día a día y sin explicación, dejándonos un vacío que nos llevamos hasta la muerte, lo veo en sus hijos, en sus lágrimas, en la rabia y el dolor.
Y así mismo lo siento ahora, es la impotencia y la cólera que está colmando mi alma al no poder darle un vaso de leche a mi pequeño hijo que no tiene la culpa de nada, la inocencia de su exigencia de su alimento me provoca salir a la calle y buscar un no sé qué, pero quien me escucharía, quien pudiera atender mis clamores, muchas veces pierdo la fe en Dios quien tampoco tiene la culpa de nada, quien pudiera hacer justicia, mis fuerzas de desvanece y el consuelo se desgasta poco a poco, solo el rayito de una luz me mantiene esperanzada quizás sea los rostros inocentes de mis hijitos, la objetividad de mi esposo, los consejos de mi madre o de muchos venezolanos y gente de otros países, que cada día luchan por su país y me doy cuenta que no estoy sola en esta lucha sin armas.
Escribe Hogareña
 
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