Mi consejo para el mundo entero es que no den nada por hecho. No sabes en qué instante de tu vida puede cambiar por un segundo.
Por eso, es necesario esforzarse cada vez aunque siempre sea la misma rutina y les aconsejo que sean felices por más pequeños sean esos detalles de cada día. Como la brisa fresca del amanecer y los primeros rayos del sol, el destellos de los bellos colores de las flores silvestres y la sonrisa de un niño.
Sonreír desde el alma y que esa sonrisa sea auténtica. Todo eso significa que la vida vale la pena y que nada es dado por gracia sino el valor de las cosas que uno mismo le da.
Cuando hagan cualquier actividad esfuérzate por dar lo mejor de ti. Cada día. Y si no te gusta el trabajo que haces trata de cambiar de trabajo y si no puede, entonces buscarle las cosas positivas que te da el trabajo que no te gusta y verás las cosas buena que te traen.
Y por último, da gracias a Dios, a la madre tierra y a las personas que siempre están a tu lado.
Dailet M. Butto R.
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