UN DOLAR Y MEDIO
La verdad verdadera, tipo venezolano, sin mentira ni jodedera, y la pura realidad, sino se lo puede preguntar a cualquier venezolano que viva en este país. Bueno, en realidad, es que me da pena decir cuánto percibo de salario.
Es una gran vergüenza y gran impotencia. Dan ganas de llorar, aunque he visto en el rostro de mis compañeros de trabajo que cuando le dan el recibo, pues sus ojos de ponen agua, y algunas lágrimas ruedan en sus mejillas.
Pero viene el más jodedor y dice, ya voy a comprar una malta y una galleta y se va la quincena, porque eso es lo que vale quince días de trabajo fuerte de muchos profesionales.
Dime algo: Te ha pasado que has dicho algo que ha tenido ruido en tu cabeza y que después que lo dices te arrepientes de haberlas dicho.
Que ha pesar de haber reflexionado una y otra vez, te das cuenta después que no era la vía correcta de haber hecho las cosas.
EL MUNDO QUE QUIERO
Le pediría al mundo un poco de compasión de esas que tiene algunas personas en donde no hay escasez, ni hambre, ni falta de medicinas y en dónde el sueldo de su trabajo alcance para darle aunque sea la alimentación básicas a nuestros hijos.
Le pediría al mundo un poco de paz, en donde la corrupción y el malandraje de estar robando al pueblo sea solo una pesadilla, que exista la equidad y la honradez, el respeto, la fraternidad y la igualdad.
Le pediría al mundo, que me lleve a ese lugar donde haya la tranquilidad y la paz, en donde solo nos preocupemos en dónde ir este fin de semana para recrearnos para que nuestros hijos corran en libertad y seguridad, en donde estemos tranquilos, que donde ellos pisen tierras seguras y donde sus mentes sean sanas y prosperas.
Le pido al mundo que cuando visite a alguien me reciba con alegría y entusiasmo, y no con esa tristeza en sus ojos que me dicen que no han comido todavía.
Le pido al mundo más humanidad Y pisar esas tierras santas, donde se considere a los más vulnerable de nuestra raza humana que son esos niños chiquiticos e inocentes al igual que los ancianos que tanto dieron por nosotros, pues, que sean tratados con respeto y compasión.
