Lograr que Venezuela se ponga de pie, es uno de los retos más importante y difíciles que tenemos. El pesimismo, desánimo, desunión y sobre todo el bendito suspenso acompañado por el silencio nos agobia y nos escondemos como "morrocoy" lentamente.
Y como ya nada nos sorprende, y como hemos pasado por tanto, estamos allí vigilante, esperando que alguien se descuide para tener ganancia propia, como en la marcha de antes de ayer algunos grupos saquearon ciertos negocios para sacarle provecho a algo.
Hemos pasado por tanto, que le sacamos provecho a cualquier circunstancia. El venezolano no es el mismo de hace unos años, "en aquella época no le hacía falta ser rico para ser digno".
A todo le vemos solución a los problemas que estamos enfrentando internamente en nuestros núcleo familiar que sacamos "las espuelas" para ganar algo.
Ya no somos inocentes y con trabajo digno, los valores se perdieron y aquí gana el más vivo y lo demás no importa.
Y aquí nos tienen en donde querían: con hambre, gente muriendo por falta de medicinas, peleándonos por un kilo de arroz, cansados que no nos dejan pensar, sin trabajo, nos alegramos con la bolsa de comida y sobre todo más desunidos como nunca. Así no llegamos a ningún lado.
Escribe
Hogareña
0 comentarios:
Publicar un comentario