COMO HORMIGAS ALBOROTADAS
Hay Dios "que nos agarre confesado", son tantas lamentaciones. Cada día la vida es más difícil, son pocos los momentos de alegrías que tenemos los venezolanos que lo atesoramos muy bien en nuestros corazones.
Qué mala vida llevamos, por lo menos en tierras venezolanas no hay ni un lugar o rincón dónde escondernos para respirar el aire de la libertad, del estar tranquilos cuando llega el atardecer y el sentirse seguro.
Lo que nos viene es terrible, los venezolanos siguen saliendo del país como hormigas alborotadas, y los que se quedan en el territorio se están matando unos a otros tratando de sobrevivir. Da miedo.
Marcharse a cualquier país es mejor que el nuestro.
Escribe
Hogareña
0 comentarios:
Publicar un comentario