ENTRE EL ODIO Y EL RENCOR
Las tempestades se calman, suave brisa rosando la piel.
Escucho la voz del viento estremecerse entre los árboles.
y mi corazón destrozado en mil pedazos se me pone chiquitico,
las lágrimas ruedan por las mejillas y amargamente lloro.
La alegría de las mariposas revolotean sin cesar limpiando mi alma,
el cristal roto sin poderse reparar se unta en el odio y el rencor
los deseos de venganzas afloran lentamente,
y las palabras bonitas quedaron en el olvido.
Correr sin parar sin dirección para olvidarme del mundo
y sólo el cielo azulado consuela el alma en pena,
el brillo del sol anima pacientemente el enredo del misterio
y las nubes blanquísimas seducen la reconciliación de dos amantes inseparables.
El aire que respiro y la paz son como ruiseñores, dos cupidos
y quedó atrás el rencor, la idea de un camino más fácil está lejos
la existencia de la vida en su subir y bajar emociones,
el tiempo lo cura en un santiamén, como marchitar y renacer de las flores silvestres.
domingo, 12 de febrero de 2017
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