ROGANDO OTRA OPORTUNIDAD

Dónde está el espíritu que se posaba en su cuerpo, dónde está el alma que se colmaba de alegría en cada amanecer, dónde está esos ojos que brillan de paz que una vez apaciguó mi corazón, dónde está esa sonrisa que irradió mis atardeceres, dónde está la calidez de tus abrazos que muchas veces calmó mis ansiedades.

Te busco en cada rincón y no te encuentro, las preguntas se quedan sin respuestas aunque muy en el fondo sé que todas ellas me llevan a un solo camino, las miles de explicaciones están en el vacío, la vida se consumió en un granito de arena y es el dolor acompañado de miles de lágrimas mi gran alivio.

Soy como el viento que sin saberlo, se surca entre los árboles y no consigue salir por más que quiera perdiéndose en las hojas secas que caen amargamente a la tierra húmeda, soy como el agua mugrienta en la alcantarilla que se evaporada al calentar el sol queriendo evitar el destino, soy como el reloj que se detiene deseando querer andar un día más, soy como lamento sin consuelo rogando otra oportunidad.

Tantos planes sin cumplir, un futuro truncado, tantas cosas quedaron por decir, seguir sola me da terror, mi luz se apagó, es el desespero y este dolor que no deja de rasgarme el alma, la esperanza se esfumó y te recuerdo allí tan serena, dormida, calmada e iluminada por ese Dios en el que creemos que permite sobrellevar el sufrimiento que me aqueja.  

Y no hago más que buscar en cada rincón, entre la ropa, en el perfume preferido, en las fotos, en las sábanas, en todos lados y es imposible encontrar algún rastro. ¡Para dónde su fue! ¡Qué alguien me lo diga! ¡En dónde buscar!,  porque iré corriendo sin pensarlo siquiera para escuchar su menuda sonrisa, solamente pido ver sus ojos una vez más.

Incontables personas reunidas a mí alrededor, son como una sombra que deambulan sin sentido, apenas si puedo escuchar lo que dicen, y trato de encontrarla como siempre sentada en el mueble del corredor pero por más que te busco no te encuentro.

Tuviste junto a mí tan poco tiempo, sólo me queda los recuerdos y el gran amor que siento por ti.

Escribe Hogareña