TENSIÓN SILENCIOSA
Todo con calma, calma, calma y mucha calma. Hablar silenciosamente sin que nadie escuche. Esperando apoyo de alguien.
Una bocina enorme afuera de una institución donde se escuchaba el discurso del presidente y la gente que pasaba al frente maldecían mientras seguían su camino. Fue lo más escandaloso lo que pasó.
Ni las quejas y ni las maldiciones harán fuerzas para lograr lo que se desea. Seguimos en lo mismo, con la misma tensión, el mismo diálogo y el mismo lamento del pueblo que se agudiza cada día.
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Hogareña