Escribe Hogareña

¡PROBLEMAS DE LOS VENEZOLANOS!

Cada día más incomunicado de las noticias que suceden en país. Desde hace días no tenía internet, así que no me había enterado de la tan difícil calamidad de Venezuela. En la radio, Televisión y prensa no dicen nada, apenas si mencionan las marchas pero con mucha discreción.

Comentarios de algunas personas con la que me cruzo en la calle, pero de allí no sale más nada. Y ayer en la tarde cuando por fin, llegó la señal y para mi sorpresa las muchas malas noticias salieron a relucir. Como la muerte de otro estudiante, de madre llorando por la de muerte de sus hijo, las bombas lacrimógenas por doquier, los militares en contra del pueblo, los policías haciendo de las suyas, niños confundidos en las calles mientras tratan de cruzar las manifestaciones, la gente molesta de tanta calamidad del país, salen a las calles a protestar y más muerte.

No puede contener el llanto, y sí, lloré, lloré muchísimo, por los jóvenes que perdieron sus vidas y madres destrozadas. Lloré por la insistencia del gobierno por mantenerse en el poder. Lloré por la fortaleza del pueblo venezolano por no darse por convencido y seguir adelante a pesar de las represión. Lloré porque todavía queda gente en las casas por miedo de salir.

Y me acordé de un joven, buen estudiante que lo agarraron con una pistola (la mala juntilla) y se lo llevaron preso, porque así estamos en Venezuela: la joven Venezuela está disipada, en un punto perdió su rumbo y tiene un futuro incierto, donde la juventud perdió la batalla sin haberla empezado.

Y tengo mucho miedo por mis hijos que ya están grandes y no sé que hacer para protegerlos de éste ambiente. Temo por ellos, por mis sobrinos, por los hijos de mis vecinos y demás jóvenes que están encontrando a un país desbordado de violencia y que de alguna manera son absorbidos.

Si me pregunta que es lo que quiero más en la vida, entonces respondería "Un país democrático, que prevalezca el respeto y la humanidad por la vida, donde los hijos de los pueblo tengan una vida digna libre de violencia y represión".

Este gobierno tiene que entender que perdió la dirección, es necesario que le de la oportunidad a otros venezolanos capaces de llevar adelante el futuro del país.

Escribe Hogareña

PERDER EL AGUANTE

En algunas ocasiones y por cualquier razón la persona que tú crees que más te ama y la que tú ama también hiere tus sentimientos. Es alguna palabra la que te hace sentir miserable pero tan miserable que se te hace un nudo en la garganta, después arranca a llorar como un niño y quisiera que la tierra se abriera para enterrarte allí. Sin embargo aguanta los insultos, quizás las benditas humillaciones una y otra vez, hasta llegar en un punto que revientas de mucha ira y empiezas a decir miles y miles de palabras a la otra persona hasta verla ponerse chiquitica, y lo peor que la otra persona se te queda mirando asombrado porque nunca pensó que tú reaccionarias de esa forma. Luego de un rato cuando pasa todo, los insultos el rencor que lleva por dentro y todas esas cosas que se venían arrastrando desde hace tiempo sientes un alivio y te felicita a ti mismo. A veces volvemos a sentirnos miserable porque herimos a ese ser amado que no se merecía tantos insultos, es el arrepentimiento que es más fuerte que la satisfacción, pero como dejar que te sigan humillando, de alguna forma tienes que poner en su lugar a quien se debe. Son las discusiones con la pareja, un hijo, hermano, mamá, amiga acompañados de buenos momentos y que se convierten en discusiones por cualquier cosa, nada imposible, todo se soluciona, sin poder evitar las diferencias y seguir amándonos. Escribe Hogareña

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