La vida es un vaivén que a veces te sorprende y te lleva al momento de partida.
Si llegas de la nada regresarás a la nada. El momento de partida es el seno de la madre que la llevará marcada en la piel.
El olor a piel de la madre susurra amor verdadero que volverá a ella después de andar caminos descarreados.
El lugar que fuimos criados es el sabor del crecimiento que nos hará añorar el hogar con la gente que no criamos y el ambiente tatuado en nuestros pensamientos.
Regresaremos como siempre a la suavidad de la brisa que nos avisa la costumbre del día a día de una vida vivida con raíces profundas de un lugar lleno de amor verdadero.