Lo podemos ver en la piel que se desgasta de a poquito, está
allí envejecida y muestra las huellas que hemos vivido, no se puede esconder ni
maquillar, porque siempre delatará lo que verdaderamente somos, lo que hemos
transitado, más sabios o menos cultos, siempre pasa un instante.
Como esconderse o pasar de largo sin ser percibido, escaparse del tiempo, jamás se podría por más que quisiera, más bien, deleitarse con intensidad, con alegría o con la tristeza a cuesta, pero hay que vivirla como nunca, de ella quedaran el significado por este mundo, de lo que seremos, de los que vienen detrás de nosotros, esa herencia que recibimos de los que ya han vivido el instante, sea como sea, el concierto de un gran artista, la novela leída, la fama obtenida, mantener todo en orden, el estrechar de manos para obtener el título, horas y horas de trabajo arduo, el abrazo de la familia en el año nuevo, el caminar por el parque, el besar a quien se desea, el reír al lado de buen un amigo, gozar de un baile, ver una película, querer estar solo… o al contrario, cruzar la avenida nervioso, llorar por la pedida de un ser querido, sentir que el corazón de pone chiquitico cuando no vemos salida de un problema, la despedida de un buen amigo, ir al cementerio, ser humillado o fracasar en un proyecto… y ese instante está allí acompañándonos sin remedio ni calmante, pero hay que vivirla lo mejor que pueda.
Como esconderse o pasar de largo sin ser percibido, escaparse del tiempo, jamás se podría por más que quisiera, más bien, deleitarse con intensidad, con alegría o con la tristeza a cuesta, pero hay que vivirla como nunca, de ella quedaran el significado por este mundo, de lo que seremos, de los que vienen detrás de nosotros, esa herencia que recibimos de los que ya han vivido el instante, sea como sea, el concierto de un gran artista, la novela leída, la fama obtenida, mantener todo en orden, el estrechar de manos para obtener el título, horas y horas de trabajo arduo, el abrazo de la familia en el año nuevo, el caminar por el parque, el besar a quien se desea, el reír al lado de buen un amigo, gozar de un baile, ver una película, querer estar solo… o al contrario, cruzar la avenida nervioso, llorar por la pedida de un ser querido, sentir que el corazón de pone chiquitico cuando no vemos salida de un problema, la despedida de un buen amigo, ir al cementerio, ser humillado o fracasar en un proyecto… y ese instante está allí acompañándonos sin remedio ni calmante, pero hay que vivirla lo mejor que pueda.