LA NIÑA QUE CONOCÍ, MURIÓ AYER POR DESNUTRICIÓN
Hace dos años estuve en un velorio de una mujer muy querida por mí. Murió a los treinta y tres años de edad a causa del sida. Ella tenía tres niños y no tenía como mantenerlos y en un momento de desesperación y por primera vez en su vida se acostó con un hombre quien la contagió.
Ella luchó, y me consta que sí lo hizo para mantenerse viva y así criar a sus hijos, pero la sociedad no pensaba en lo mismo y la desterró. Por supuesto, ella se echó a morir, junto a la escasez de medicinas que se avecinaba no le importó seguir viviendo. Más bien a su parecer era una carga. Y no duró mucho.
Todavía no entiendo cómo pudo morir y dejó a sus tres niños a la deriva. Pobres niños que están sin dirección, el mayor hoy en día sólo con diecisiete años, trata de graduarse de bachillerato, en ocasiones de va a los abostos y roba, su abuela y tías tratan de ayudarle, es un niño muy callado y no se relaciona con nadie. El segundo se lo llevó una tía política en la cual recibe atenciones básicas pero no amor, apenas los cuidados necesarios para sobrevivir y el tercero está con su abuela estudiando y va a la iglesia luchando con su padre alcohólico.
Estando en el velorio, hace dos años nos llamó la atención una niña de ocho meses, quien comía sopa ella sola agarrando la cucharilla, era una niña de piel canela y de ojos vivaz, cabello azabache y muy tierna. Y la abracé, aunque la pobreza se le veía en aquella ropa curtida y pies sucios. Le decíamos a la madre que era una niña muy graciosa, pues llamaba la atención de todos.
Y les digo esto porque hoy me llama la hermana de la madre de esa niña y me dice:
.- ¡Hola Dailet cómo está!
Y yo:
.- Hola cómo está, tiempo sin saber de ti.... y eso que está en la ciudad.
Pues ellos son del campo.
.- Venimos del cementerio.
Mi corazón comienza a latir fuerte.
.- La hija de Alejandra murió por desnutrición.
.- ¡Ah!
.- Sí murió, la niña con dos años y medio, pesaba menos que niño de siete meses.
Y, no pude seguir hablando, un nudo en la garganta y las lágrimas comenzaron a rodar. Y a la vez me sentí culpable porque quizás pude hacer algo y no lo hice... ¡qué pude haber echo para que esta niña no muriera de hambre!
La verdad es que cada día muere cientos de niños por desnutrición...
Y recordé que ayer mientras desayunaba con mi hijo mayor le decía "cuando yo era niña íbamos al campo con papá y veíamos a la gente comer verduras con mantequilla, o una arepa con café y nosotros decíamos que sí eran pobres porque nuestra alimentación era una arepa con ensalada y carne o quizás una arepa con queso y jamón. Ahora comemos arepa con mantequilla o verduras con queso o lo que sea, qué estará comiendo en éste momento la gente del campo, porque no todo el tiempo hay yuca ,maíz o topocho porque todo es estacionario"
Y resulta que la niña murió por desnutrición y así están todos sus hermanitos. Pues, pero a quien le importa la vida de ésta niña, a quien le importa si cada quien está a sus propios intereses.
El gobierno está luchando por mantenerse en el poder, la oposición por querer el poder, y los demás venezolanos estamos luchando por sobrevivir.
Dios clamo a ti, quien ayuda a estos niños que se mueren de hambre. La gente más pobre, son más pobre todavía y se están muriendo a mengua.
La gente pobre son los más vulnerable, son los que menos tienen oportunidad y los que se mueren más rápido. No puede irse del país ni siquiera a la esquina, no tienen oficio y mucho menos empleo. OPero a quien le importa si el pobre muere.
Escribe Hogareña