Y LA QUEJA SE HACE COSTUMBRE
Nos acostumbramos a lo que no queríamos acostumbrarnos.
Sobrevivimos a lo que no queríamos sobrevivir.
Y andamos como no queríamos andar.
Ya ni siquiera nos quejamos.
Y como consuelo decimos: hay que ser feliz con lo poco que tenemos.
a pesar que nos tengan los zapatos encima y que cada día nos pisoteen más duro.
jueves, 12 de marzo de 2020
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